El viernes 16 de agosto a eso de las 16:30 4 socios del club llenamos el depósito de combustible y ya con las mochilas preparadas nos dirigimos hacia Madrid a recoger a un quinto ocupante.Con las mismas seguimos el viaje y a eso de las 23:00 ya estábamos en la Plataforma de Gredos (Hoyos del Espino, Ávila)
Una vez allí, cenamos un poco de ensalada de arroz que llevábamos preparada y tiramos los sacos de dormir al suelo debajo de un tejadillo que hay ahí.Enseguida estábamos acostados, ya que el día siguiente iba a ser duro.
A las 6:45 sonó el despertador y comenzamos a levantarnos, desayunar, seleccionar lo que íbamos a llevar en la mochila y lo que se quedaría en el coche.Total que a las 8:00 nos pusimos en camino.
La ruta discurre por un empedrado camino que no da lugar a pérdida, muy disdinto a como lo recordábamos los que habíamos estado allí en invierno.A los 10 ó 15 minutos de comenzar tomamos el desvío a la derecha como nos indica el cartel.A la derecha, pronto vimos el refugio Reguero Llano pero nosotros continuamos el camino.
Despues de llegar al Llano de las Pozas y cruzar el río Pozas por un puente de hormigón, empezamos otra vez la subida ésta vez más dura que antes.Al poco dejamos a la derecha una fuente y seguimos el camino arriba hasta llegar a un cartel donde se observa el Circo de Gredos.Aquí se relaja el camino y enseguida empezamos a bajar Los Barrerones desde donde ya se ve a lo lejos la Laguna Grande y al otro lado de las misma el refugio Elola.
A las dos horas y media más o menos desde que comenzamos a caminar llegamos al refugio donde tras informar de nuestra llegada almorzamos un poco.
A eso de las doce del medio día,. esta vez sólo con un poco de agua en las mochilas, abandonamos el refugio para acometer a la cima del Almanzor.
La subida comienza casi llaneando pero enseguida torna brutalmente y comenzamos a subir la empedrada Portilla del Crampón.
Una piedra tras otra y tras tres horas de una intensa subida, sobre todo el último tramo, llegamos a la pequeña trepada de unos tres metros que se antepone entre nosotros y la cima.Uno detrás de otro la fuimos superando hasta que alcanzamos la escarpada cumbre en la cual nos hicimos las correpondientes fotos, no todos al mismo tiempo ya que casi no cabíamos en el vértice geodésico.
Enseguida fuimos destrepando con precaución y empezamos la larga bajada de piedras.
A las cinco estábamos de nuevo en el refugio dispuestos a pasar la tarde tranquilamente.Pronto preparamos la sopa y los ravioli y cenamos.Nos volvimos a salir fuera a observar la encendida noche de estrellas y luna pero el cansancio del día se notaba y enseguida noas fuimos a dormir.
Al día siguiente sólo teníamos que desacer el camino del día anterior para llegar a la Plataforma dónde trás cambiarnos un poco de ropa y comer algo emprendimos el viaje de regreso a Murcia pasando por supuesto por Madrid para dejar al quinto ocupante.
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